Aunque no tenga un recuerdo claro de mi primer contacto con el Internet, sí conservo las primeras experiencias con él: la espera impaciente a que el módem se conectara (ese sonido que tal vez las nuevas generaciones no saben de qué se trata), la búsqueda en Altavista, donde lograr encontrar lo que se necesitaba era tarea díficil, y la espera casi eterna cuando se pretendía descargar algo.
Curiosamente, el único contacto comercial que tuve con la red fue en mis primeros años: descargaba e imprimía imágenes de Dragon Ball para venderlas en el colegio. No era gran fan de esta serie, pero reconocía el valor que tenían estas ilustraciones para algunos niños.
martes, 27 de enero de 2009
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jajaja
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