Conclusiones del debate general
Conclusiones personales
Las leyes sobre derechos de autor existentes han perdido aplicabilidad y cobertura frente a todas las posibilidades de distribución, creación y modificación de contenidos que permite Internet. En Piratería, la primera parte del texto “Por una cultura libre” de Lawrence Lessig menciona algunos casos históricos donde se le ha llamado piratería a nuevas tecnologías y cómo se han sido las reacciones legales y sociales al respecto.
Creadores
Para hablar de la manera de ser creativo a partir de contenidos existentes, Lessig utiliza el quehacer de Disney en sus primeras décadas. Un caso en específico es cuando a partir de los cuentos de los Hermanos Grimm, creó un contenido nuevo y excepcional, añadiéndole su propia perspectiva.
Meros copistas
Lessig ejemplifica cómo en muchos casos la importancia de un evento ha sido su repercusión social y no sus ganancias económicas, pues gracias a las creaciones de unos, muchísimos otros han logrado acercarse a nuevas tecnologías o a partir de éstas aprender y crear otros contenidos. El ejemplo a resaltar son los productos que sus autores deciden ponerlos bajo código libre para así cualquiera pueda verlo, modificarlo y mejorarlo.
También habla del alfabetismo mediático y la importancia de instruir a las personas sobre los nuevos medios no sólo viéndolos e interactuando con ellos, sino también haciéndolos. De esta manera se acercan a las nuevas herramientas construyendo al lenguaje con el que se comunican.
Catálogos
Explica el caso de Jesse Jordan, un estudiante que creó un buscador al interior de su universidad y el uso que le dieron los estudiantes en una tercera parte fue para compartir archivos de música. Luego, la entidad reguladora de derechos de autor musicales de Estados Unidos, Recording Industry Association of America (RIAA) demanda por millones de dólares a Jesse por pirata y a otros tres casos similares. A raíz de este caso Lessig cuestiona este tipo de demandas:
“La industria musical insistía en que era una cuestión legal y moral. Dejemos las leyes a un lado y centrémonos en la moral. ¿Dónde está la moral en una demanda así? ¿Cuál es la virtud de escoger chivos expiatorios?
Piratas
En este subcapítulo el autor describe casos donde se presentaron situaciones en las que se persiguió y prohibió la piratería, los cuales resultaron siendo grandes empresas o inventos. Por ejemplo con en los inicios del cine aparecen las patentes de Edison y la persecución de las empresas independientes que no las pagaron, entre las cuales se encuentra la actual compañía Fox. En el caso de la música, la discusión entre los fonógrafos y las industrias comerciales, y como resultado la mayor distribución entre el público de las obras musicales.
Gracias a estos ejemplos de persecución de las nuevas tecnologías Lessig expone que si piratería realmente se entendiera como utilizar algo perteneciente a la propiedad del otra personas sin su permiso, muchas de las empresas que actualmente dicen verse afectadas por la violación de los derechos de copyright no hubiera sido posible su existencia en un principio.
Piratería
No cabe duda que para Lessig la piratería comercial, es decir el uso comercial no autorizado de los contenidos de otras personas, es algo totalmente inaceptable, debido a que:
“La piratería comercial (…) está fuera de control y sencillamente es algo malo. No transforma el contenido que roba; no transforma el mercado en el que compite.”
Sin embargo, expone que debe aclararse el concepto de piratería porque se puede entender de distintas maneras y esta ambigüedad puede afectar la creación, la evolución de la tecnología y de nuevos contenidos. Existen cuatro tipos de piratería:
1) Cuando el uso de las redes y de los servicios p2p suprime la compra de contenidos.
2) Cuando se utiliza a manera de prueba de degustación, comprobar que sí le interesa antes de decidirse por la compra de un producto.
3) Cuando se logra acceder a contenidos que ya se comercializan, como realizaciones viejas que ya no tienen copyright vigente.
4) Cuando se accede a productos que por decisión de los autores no tienen licencias de copyright.
La cantidad de matices y contrastes que tienen estas cuatro formas de usos permite al autor de plantear que debería existir un equilibrio en la ley, pues no se trata de censurar por completo lo entendido por piratería sino encontrar un punto donde tanto los artistas reciban contribución a sus creaciones pero los otros también puedan acceder a estos contenidos. En todos los casos históricos se ha tratado de un proceso que requiere tiempo, pues la ley se debe acomodar a la tecnología pero cuidando los intereses de las partes implicadas.